Mujer y deporte

 

Hay trabajos o aficiones que tradicionalmente se han asociado a los hombres y uno de esos ámbitos es, sin duda, el del deporte. Que a una niña le guste jugar al fútbol o que una mujer practique el culturismo genera demasiadas veces pensamientos y comentarios machistas, que en ningún caso surgen con sus homólogos masculinos. Pero no sólo de prejuicios está llena nuestra sociedad, sino también de trabas, ¿cómo de fácil es para una mujer vivir de su talento cuando éste es el deporte? ¿Y para un hombre?

Como comenta Susanna Soler Prat en este artículo de El Periódico (https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210305/mujeres-deporte-eterna-carrera-igualdad-8-m-11547433), en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, por primera vez en la historia, la participación femenina alcanzará el 48,8%. “Todos los Comités Olímpicos Nacionales contarán, como mínimo, con una y un deportista; y en la ceremonia de inauguración, se ha cambiado el protocolo para permitir que una y un deportista de cada país lleven conjuntamente la bandera”, nos adelanta la periodista. La misma que también nos lanza grandes preguntas para reflexionar, entre las que me gustaría comentar dos:

¿Cuántos centímetros tiene la ropa de algunas equipaciones femeninas?

Lamentablemente, a día de hoy, si una mujer quiere vivir del deporte le resulta más sencillo hacerlo como “paragüera” de pilotos de motos y coches, que al volante de los mismos. Porque si no fuera suficiente la dificultad para entrar en este sector, lo es aún más en función de la disciplina que se practique. Si eres chica, ¿mejor que optes por la gimnasia rítmica que por el boxeo?

¿Cuántos minutos de televisión o líneas en los periódicos tiene el deporte femenino?

Los medios de comunicación alimentan también esta desigualdad. ¿Por qué la final de la Copa del Rey de fútbol masculino se emite en el prime time de una cadena nacional generalista y la femenina sólo ocupa una mención en su sección de deportes (con suerte)?

Como la igualdad parte de la educación, una posible estrategia para terminar con esta desigualdad, pasaría por terminar, como hemos visto en el video de los juguetes que incluye el Módulo 1 del curso, con la diferenciación de juegos. Si en el patio del colegio y en casa niños y niñas jugasen a todo tipo de juegos y deportes, igual más de un niño dejaba el balón por la comba y más de una niña, las muñecas por el kárate. Pero que quede claro que no es mejor uno que otro, sino que lo necesario es poder elegir en libertad.✌

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reto 3. Jornada sobre mujeres extranjeras víctimas de violencia de género

Reto 4. No solo hacemos trámites...

Reto 1. La discriminación laboral por edad